Un periodista amigo de esta publicación ha expresado que la tragedia de los colombianos ha sido la vocación de su pueblo a decir No cuando la lógica invita al Sí. Y ese No soberbio a firmar unos tratados acerca del Canal de Panamá en 1902 con el gobierno de Estados Unidos contribuyó a la separación de Panamá en 1903.
A 113 años de habernos convertido en nación la mirada es hacia adelante.
Según el más reciente reporte del Banco Mundial actualizado a septiembre de este año, durante la última década, Panamá ha sido una de las economías de más rápido crecimiento en todo el mundo. Creció un 6.2 por ciento en 2014, un 5.8 por ciento en 2015, y para el 2016 la previsión es de un 6.0 por ciento, que aumentó ligeramente al 6.1 y 6.2 por ciento en 2017 y 2018, respectivamente.
Y enfatiza que a mediano plazo sigue siendo bueno. Ese es el balance de mostrar con sonrisa ancha en las rendiciones de cuentas a la sociedad y en los foros internacionales
Otro asunto es el desarrollo económico. Y en este aspecto, según el propio Banco Mundial, Panamá ha logrado progresos significativos: consiguió reducir la pobreza de un 26.2 por ciento a un 18.7 por ciento, y la pobreza extrema de un 14.5 por ciento a un 10.2 por ciento. Esto equivale a decir que de una población de cerca de 3.9 millones de personas, alrededor de 168,000 panameños salieron de la pobreza extrema mientras que casi 300,000 salieron de la pobreza.
Pero si cruzamos el puente de las Américas, de pronto sentimos que en ciertas regiones hay dos mundos. La pobreza extrema en áreas indígenas ronda el 27% mal contado. Y en las llamadas comarcas la pobreza como tal es superior al 70%, mientras que la pobreza extrema está por encima del 40%.
Si alguna lección nos deja ese paradójico país llamado Colombia, al que nos une una historia en común, es que no podemos caer en desigualdades insalvables porque son las que contribuyen a generar violencias y a descomponer lastimosamente el tejido social de un país.
Por eso celebrar la Separación para nosotros es mirar a Panamá con optimismo y, como es deber, con mucho realismo.
Este país del buen carácter y las oportunidades, la convivencia y la multiculturalidad, debe seguir siendo orgulloso de su ejemplo de crecimiento en América Latina, pero trabajando más duro en su desarrollo. Allí está el misterio de la igualdad de oportunidades y de la inclusión social.
Festejar así la Patria es más saludable que quemar pólvora para enamorar la galería.
Last modified: 16/07/2017